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Si hay

Si hay algo bello dentro de mi, es Dios. - R.H

jueves, 9 de abril de 2015

Confía en Él


Estos días me viene mucho a la mente de empezar a vivir una vida ligera, una vida baja de preocupaciones, una vida de descanso. Soy de las personas que se preocupa muchísimo y a veces  no tengo tiempo ni de respirar.  Los días de vacaciones aquí en Cantabria puedo decir que  tengo tiempo, mucho tiempo de buscar a Dios, de encontrarme con Su presencia en cada situación.  Son los mejores momentos a solas con Dios. Momentos donde me siento amada hasta lo más profundo, me siento aceptada, me siento segura, me siento libre de expresarme y de ser yo misma realmente, me siento libre. Buah cada día flipo más con Dios. Es tan bueno!! Me di cuenta   mientras estaba hablando con varias personas, de que  tendemos a preocuparnos por todo, absolutamente por todo, esto me lleva a un pasaje de la Biblia que le doy vueltas desde hace varias semanas.
Mateo 6:30-33
Si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe?
 »Así que no se preocupen por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?”.  Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades.  Busquen el reino de Dios[a] por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten.


Más claro, agua. De que nos tenemos que preocupar cuando tenemos la certeza de que Dios nos cuida en cada momento, en cada paso que damos, hasta en que ropa nos pondremos, había un pasaje que dice que Dios tiene  contando cada pelo de nuestra cabeza o las estrellas, NO ES ASOMBROSO!!  Es tan bueno que todo lo tiene pensado. Somos hijos de un Dios vivo, no hay lugar de dudar de su cuidado.  La clave está en buscar el reino de Dios, por encima de todo lo demás. Preocuparnos hace que veamos a Dios  impotente, nos hace a nosotros unos incrédulos. Duro sí, es duro pensar que siendo hijos de Dios a veces realmente somos unos incrédulos y dudamos de sus promesas. Cuando Dios promete algo, lo cumple, te lo garantizo, es un Dios de verdad y nunca miente. También me viene a la mente el Salmo 37:4
“Confía en el Señor y haz el bien; entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él y él te ayudará.”  


Mi tía siempre me decía, “deléitate en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón”. Y hasta estos días no entendía como tenía que hacer eso. Hoy puedo decir que me encanta Dios, me encanta vivir pensando en Dios, leyendo Su Palabra, amándole y amar cada día más Su presencia. Cuando Dios es el primero en mis pensamientos, en mi día a día, en mi casa, en mi escuela, en mi vida, no hay lugar a las preocupaciones, no hay lugar a dudar de él. No digo que a veces no me preocupo, pero ahora intento descansar en Él, confiando plenamente en que él me está cuidado, y cuida de mi familia, de mi hermanos, de mis amigos, de mi entorno. Dios sabe cuando me despierto, cuando me levanto, cuando camino, cuando como, cuando lloro, cuando me río, cuando estoy feliz y cuando no lo estoy. Sabe todo de mí. Y cada día deseo atraer el Cielo a la tierra.  No te afanes y no te preocupes por cosas que al igual ni merece la pena. Dios cuida de ti, confía en él.

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